¿Sabías que…. hay un elemento tóxico al que debemos la vida?

Está claro que necesitamos oxígeno para vivir, pero si respiramos solo oxígeno nuestros pulmones se dañarían gravemente mediante la acumulación de líquido en los pulmones, colapso de los alveolos pulmonares, convulsiones. En realidad, el aire que respiramos está compuesto de un 78% de nitrógeno y sólo un 21% de oxígeno. El resto se compone de gases como el dióxido de carbono, argón, neón, helio, hidrógeno, otros gases y vapor de agua.

Y es que el oxígeno es uno de los elementos más reactivos de la tabla periódica. En la naturaleza se combina con otros elementos y la única razón por la que existen grandes cantidades de oxígenos elemental en el planeta es porque plantas y bacteria lo renuevan constantemente a través de la fotosíntesis.

Pero aparte de la respiración, el oxígeno es vital para la vida de otra manera: la acumulación de oxígeno en la atmosfera permite que se forme otra forma de oxígeno: el ozono. El ozono intercepta la mayor parte de la radiación ultravioleta, protegiendo la vida en la Tierra. Cuando la radiación ultravioleta “choca” contra una molécula de ozono (O3), ésta se rompe en O2 y O. Casi inmediatamente, el átomo de oxigeno se recombina con el O2 para volver a crear ozono. Este proceso libera calor. Es decir, la radiación ultravioleta dañina se transforma en calor. Pero hay que recordar que el ozono es muy tóxico y es uno de los principales componentes de los esmogs fotoquímicos.