¿Sabías que… hay dos metales en la tabla periódica que no son plateados?

Pues sí, y los conoces a la perfección: el cobre y el oro.
El color plateado de los metales se debe a que tienen una gran capacidad para reflejar la luz incidente. Pero en el caso del cobre las frecuencias de la luz complementarias a la luz roja son absorbidas para producir un salto electrónico entre el subnivel 3d y el 4s, que están lo suficientemente cerca, lo que hace que el metal se observe de color rojo.
El caso del oro es distinto. El cobre, plata y oro pertenecen al grupo 11. Tal y como hemos comentado el cobre es rojo porque los electrones saltan de un nivel a otro, pero en la plata la separación entre los subniveles es mayor y no permite la absorción de la que hemos hablado. Por esa misma regla, el oro debería tener una mayor separación de subniveles ¿verdad? Pero el oro es un átomo con un gran número de protones en su núcleo que hacen que cuando el electrón cerca del este núcleo, se acelere tanto que llega a velocidades cercanas a la luz. La teoría de la Relatividad especial nos dice que esto hace que el electrón aumente su masa, lo que hace que el orbital sea más pequeño que lo normal. Esto se traduce en que los dos últimos subniveles estén lo suficientemente próximos para absorber energía de luz blanca en la frecuencia del azul y como la luz que nosotros vemos es la no absorbida, es decir su complementaria, vemos el color amarillo