¿Sabías que… no es lo mismo vidrio que cristal?

Pues no, a pesar de que usemos indistintamente estos términos y hablemos de copas de cristal y vasos de vidrio, no son lo mismo. Los cristales se diferencian de los vidrios en el orden. En los primeros, los átomos y moléculas que los componen se disponen de manera ordenada; en los segundos, en cambio, lo hacen de forma aleatoria. Además, los cristales son naturales (aunque también pueden crearse en el laboratorio), y se forman al cristalizar gases a elevada presión en superficies rocosas, mientras que los vidrios se fabrican fundiendo arena de sílice.

Entonces, ¿por qué decimos que las copas o vasos son de cristal? Para imitar las propiedades de los cristales, se añaden a los vidrios metales como el plomo. Es más, cuando la composición de un vidrio es mayor al 24% de óxido de plomo está admitido que se denomine cristal, aunque como hemos visto, siguen siendo vidrios.