¿Sabías que…se podía encontrar cremas con arsénico en los tocadores victorianos?

Durante este periodo el ideal de belleza era la mujer pálida y delicada que recordaba a las enfermas de tuberculosis. Para lograr este aspecto las mujeres sanas usaban jabones y cremas que contenían arsénico para palidecer la piel. Sin embargo, el arsénico causa daño en el sistema nervioso, insuficiencia renal, pérdida del cabello, conjuntivitis y lesiones cutáneas.

Pero el arsénico no es el único compuesto toxico que se ha usado en cosmética. La belladona se usó para dilatar las pupilas de las mujeres y parecer más atractivas.

Y en la actualidad se usa una de las toxinas más letales del mundo para contrarrestar los efectos de la edad: la toxina botulínica (Botox). El botox paraliza los músculos y bien administrada puede permitir corregir arrugas de expresión. Pero mal administrada puede ocasionar la muerte. Por eso es tan importante acudir a buenos especialistas si se quiere combatir y no poner nuestras vidas en manos de charlatanes.